Las complicaciones incómodas y dolorosas del linfedema, que se desarrolla en las extremidades, pueden tratarse eficazmente con un tipo específico de terapia de masaje.
El linfedema no es más que una hinchazón acuosa causada por un trastorno en la circulación linfática, que siempre ocurre en una extremidad. El linfedema también es bastante común en los Estados Unidos.
A menudo ocurre como una complicación después del tratamiento del cáncer, particularmente del cáncer de mama, pero también puede resultar de otras condiciones que afectan el sistema linfático.
Se estima que el linfedema afecta a aproximadamente 1-3 millones de personas en los Estados Unidos. Esta prevalencia se traduce en aproximadamente un 0.3-1% de la población.
Sin embargo, entre los sobrevivientes de cáncer, particularmente aquellos que han recibido tratamiento para el cáncer de mama, la prevalencia puede ser significativamente mayor, con estimaciones que van del 15% al 30% dependiendo del tipo de cáncer y tratamiento
Ocurre predominantemente en mujeres.
Los problemas surgen de un cierto grado de funcionamiento deficiente en la circulación linfática, que puede ser causado por anomalías congénitas o trastornos resultantes de otras enfermedades. Entre estas últimas, se pueden mencionar diversas enfermedades vasculares, infecciones como la erisipela, la osteoartritis y accidentes.
La propagación de tumores a los vasos y ganglios linfáticos también puede ser responsable de la aparición de edema, y el problema a menudo ocurre después del tratamiento de tumores mamarios, cuando la circulación linfática se obstruye debido a la extirpación o daño de los ganglios linfáticos durante la cirugía o la radioterapia.
Sin el tratamiento adecuado, el linfedema puede llevar a complicaciones graves. Pueden aparecer trastornos tróficos, síntomas eccematosos e inflamatorios en la piel, y el drenaje linfático a través de la piel puede provocar ulceraciones. Es importante tener en cuenta que la extremidad afectada se vuelve más propensa a las infecciones, por lo que incluso las lesiones menores deben ser protegidas.
El linfedema no tiene cura, y su tratamiento tiene como objetivo prevenir el deterioro y las complicaciones. Para esto, se pueden aplicar vendajes o medias de compresión en casa, así como ejercicios para mejorar la circulación. En la fase inicial y intensiva del tratamiento, que se realiza en el hospital, también se utiliza compresión mecánica para promover la reducción del edema atrapado en la extremidad.
Como parte del tratamiento integral, el masaje de drenaje linfático también es eficaz para reducir el linfedema. Esta técnica especial fue desarrollada por el Dr. Emil Wodder de Dinamarca en la década de 1930. Nuestros terapeutas también siguen este método.
Mediante manipulaciones en el tejido conectivo, se desvía el líquido del área dañada hacia el lado sano con circulación linfática intacta. El masaje linfático emplea movimientos suaves, circulares y de presión acariciante, eliminando así la congestión linfática.
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