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Piernas hinchadas por la tarde o en clima cálido, ¿edema recurrente? ¿Qué podemos hacer al respecto? ¡Reconozcamos el linfedema!

La esencia de la circulación linfática

El linfedema es un síntoma que indica una circulación linfática inadecuada. La esencia de la circulación linfática es el drenaje del líquido formado entre las células y los tejidos. La linfa es el medio que establece la comunicación entre la sangre y las células, dado que la mayoría de los capilares y células no están en proximidad directa. Este fluido tisular (linfa) asegura la conexión necesaria para el metabolismo y la nutrición celular. La producción de linfa está determinada por factores físicos, específicamente las condiciones de presión predominantes en los capilares y en el espacio intersticial de los tejidos. La presión en la parte arterial es lo suficientemente alta como para dirigir el flujo de líquido hacia afuera, permitiendo que los nutrientes necesarios para las células salgan del torrente sanguíneo. En el lado venoso, la presión es más baja, por lo que el fluido que contiene productos metabólicos liberados por las células fluye en la dirección opuesta, hacia adentro, de vuelta al torrente sanguíneo. Sin embargo, los capilares venosos solo pueden transportar una parte de este fluido, por lo que el resto es drenado por los vasos linfáticos. En circunstancias normales, la formación de linfa y el drenaje linfático están equilibrados.

Además de los vasos linfáticos, los ganglios linfáticos también desempeñan un papel importante en este proceso. Los ganglios linfáticos son órganos redondos o alargados ubicados a lo largo del curso de los vasos linfáticos. Producen linfocitos, que contribuyen a la defensa inmunológica del cuerpo. Hay aproximadamente entre 600 y 700 de ellos distribuidos por todo el cuerpo. Se encuentran en mayor cantidad en diferentes pliegues corporales (axilas, ingles, rodillas), así como en el cuello y los intestinos. Normalmente tienen un diámetro de 2-3 mm, pero bajo condiciones patológicas pueden aumentar significativamente de tamaño, siendo palpables a mano, por ejemplo, en el cuello debido a una amigdalitis.

Los ganglios linfáticos son importantes "estaciones de filtrado"; en su interior, el flujo de la linfa es más lento, lo que permite que los linfocitos producidos en los ganglios linfáticos se acumulen y capturen cuerpos extraños que ingresan, como bacterias, partículas de polvo, etc. Por lo tanto, los ganglios linfáticos son barreras importantes contra las infecciones potenciales; sin embargo, en ciertos casos, también pueden ser fuentes de infección o diseminación, como en casos de diversas inflamaciones y tumores, donde puede ser necesaria la extirpación quirúrgica.

Linfedema

Linfedema significa la acumulación de líquido, típicamente con alto contenido de proteínas, en el espacio intersticial entre las células, el cual debería ser drenado de los tejidos por los vasos linfáticos. Este fluido tisular debería retornar a la circulación venosa, pero debido a una circulación linfática insuficiente, se desarrollan condiciones circulatorias patológicas, y uno de los síntomas más visibles es la hinchazón de las extremidades, también conocida como edema.

El linfedema primario se desarrolla cuando los componentes del sistema linfático son congénitamente inadecuados para drenar el líquido de los tejidos. Los síntomas pueden aparecer al nacer o unos meses después del nacimiento, y es característico de la adultez temprana, típicamente después de la pubertad, o en la adultez tardía, después de los 35 años. En este caso, el sistema linfático, que está inadecuadamente desarrollado pero es altamente adaptable, puede cumplir su función durante cierto tiempo, pero debido a demandas aumentadas como el embarazo o la obesidad, su capacidad se agota y no puede drenar el líquido linfático. Los síntomas siempre comienzan en las partes más distales de las extremidades, típicamente en los pies. El linfedema primario afecta al 70-90% de las mujeres.

La causa del linfedema secundario puede ser diversa; el daño a los vasos linfáticos y/o ganglios linfáticos (por ejemplo, accidentes, intervenciones quirúrgicas) resulta en la incapacidad del sistema linfático para realizar su función. En casos de enfermedades cancerosas, el tumor forma metástasis u ocupa los ganglios linfáticos, lo que ralentiza o detiene la transmisión del líquido linfático a través de los ganglios linfáticos, resultando en la formación de edema en el área desde la cual los vasos linfáticos transportarían el líquido a esos ganglios linfáticos. Diversas intervenciones quirúrgicas que pueden dañar los ganglios linfáticos o los vasos linfáticos también pueden provocar edema; típicamente, después de cirugías de várices, a menudo los síntomas de linfedema acompañan a la insuficiencia venosa crónica.

¿Cuándo debemos sospechar de linfedema?

Inicialmente, puede ser difícil detectar el linfedema, y pueden pasar meses o incluso años antes de que los síntomas se vuelvan evidentes clínicamente. A veces se considera una consecuencia de la obesidad, algo con lo que se debe "convivir". De hecho, el linfedema puede estar asociado con problemas de obesidad, ya que el aumento del tejido adiposo también impone una mayor carga en la circulación linfática, y si los síntomas edematosos ocurren en tales casos, es una señal importante del cuerpo de que el aumento de peso ha afectado la circulación y que el problema necesita ser abordado. Es común que se recomiende la diuresis forzada con diuréticos de alta dosis en estos casos; sin embargo, si estos métodos no son efectivos o si las condiciones edematosas empeoran, es aconsejable buscar atención médica especializada, como la de un hospital especializado en linfedema.

En la etapa inicial

En las primeras etapas, la "variabilidad" del edema es un síntoma muy característico. En esta fase, el edema se desarrolla bajo carga, en clima cálido, generalmente por la tarde, con hinchazón en los tobillos, pies y pantorrillas. En esta etapa, el edema retiene la huella bajo presión, y se puede observar una indentación más prolongada a lo largo de los calcetines, medias, pantalones o línea del sostén. En esta fase, la hinchazón todavía disminuye después del reposo, tras el sueño nocturno. Esta regresión espontánea, seguida de recurrencia, en ausencia de cualquier otra enfermedad que cause edema, es una señal de alerta de linfedema, del cual se desarrollan etapas posteriores, cuando el sistema linfático no puede realizar bien su función ni siquiera en reposo, y el edema no desaparece después del descanso.

En las etapas avanzadas, el edema ya no retiene la huella. Para este momento, en ausencia de tratamiento, el fluido no puede ser eliminado mecánicamente debido a diversas razones, lo que provoca el desarrollo de una inflamación crónica en la zona afectada, proliferación de tejido fibroso y de vasos sanguíneos, y la mano o el pie se hinchan como un muñón. Es más difícil doblar la piel en estas áreas que en una zona libre de edema. Otro síntoma característico es que los dedos se engrosan como salchichas. En lugares de movimiento constante (dedos de los pies y manos, tobillos, muñecas), los movimientos empujan el líquido hacia afuera y se forman arrugas profundas, reminiscentes de las arrugas que se ven en las extremidades de los bebés. El linfedema no tratado, debido al estancamiento del fluido linfático inflamado, puede provocar infecciones bacterianas graves, que en los casos más severos pueden abrirse hasta la superficie de la piel, como sucede en casos de erisipela. El linfedema descuidado puede progresar a la etapa llamada elefantiasis, así denominada porque la pierna se hincha y distorsiona hasta tal punto que se asemeja a la pata de un elefante.

Según la OMS, el linfedema crónico es una condición que conduce a daños permanentes en la salud si no se trata. ¡Por lo tanto, es muy importante reconocer los síntomas y buscar ayuda médica a tiempo!

¿Cómo se trata el linfedema?

Si se diagnostica linfedema crónico en alguien, se aplica lo que se conoce como terapia compleja de descongestión, que es una combinación de procedimientos fisioterapéuticos, tratamientos dermatológicos y de compresión (realizados con vendajes elásticos) llevados a cabo por terapeutas capacitados. Las medias y vendajes de compresión son elementos esenciales del tratamiento del linfedema. Su uso diario es fundamental para mantener el edema crónico. El uso de estos debe ser enseñado por especialistas de clínicas de linfedema adaptadas al problema específico.
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