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El linfedema no es una condición simple; de hecho, puede hacer la vida miserable para las personas.

Así es como se ve el linfedema: la parte del cuerpo afectada, ya sea una extremidad, la cara o el torso, se hincha. Gradualmente se extiende por el cuerpo, comenzando generalmente con la hinchazón en los dedos, seguida por la mano y el pie, y luego el edema progresa aún más.

¿Qué contienen los varios litros de linfa que circulan por los vasos linfáticos? Contrariamente a la creencia popular, no solo contiene agua, sino también proteínas, grasas y células

El edema se desarrolla cuando la linfa no puede drenar por alguna razón, acumulándose así.

¿Cuál es el problema con el linfedema? No es solo la hinchazón incómoda, que afortunadamente no es dolorosa, sino el hecho de que el sistema linfático tiene la honorable tarea de transportar células de gran tamaño, proteínas, grasas e incluso hemorragias fuera de nuestros tejidos. Los vasos linfáticos, ubicados junto a nuestros vasos sanguíneos y entrelazados con nuestros músculos y piel, ayudan en este proceso. Su camino lleva a través de los ganglios linfáticos hacia los grandes conductos linfáticos en el pecho. Sin embargo, si se desarrolla el linfedema, este delicado sistema se ve interrumpido.

Las etapas del linfedema:

- Los signos aún no son visibles porque la circulación linfática aún funciona bastante bien (al límite de su capacidad).

- La hinchazón ya es visible, confirmada por la prueba del dedo.

- Ocurren cambios irreversibles, que no pueden ser fácilmente revertidos (esta condición generalmente aparece cuando el paciente ha descuidado su linfedema durante varios años).

¿Tienes posibilidades de desarrollar linfedema? Las causas y factores de riesgo más comunes del linfedema incluyen:

- Malformación linfática congénita

- Edema transitorio durante el ciclo menstrual

- Inflamación, hematoma, radioterapia

- Lesiones linfáticas benignas

- Lesiones, inflamación o enfermedad de los ganglios linfáticos o vasos linfáticos (por ejemplo, debido a cirugía de mama)

¡Comencemos con la prevención! La posibilidad de desarrollar linfedema debe tomarse en serio, y aunque solo se extraiga un ganglio linfático del cuerpo, la circulación linfática se ve afectada, por lo que debe iniciarse el proceso de prevención.

La prevención es importante porque nadie sabe de antemano a qué grupo pertenece, cuán sensible es su cuerpo o qué predisposiciones tiene. Por lo tanto, la precaución y la prevención mediante la práctica de un estilo de vida adecuado son esenciales.

Los pasos para la prevención son relativamente simples (especialmente en el período después de la cirugía de ganglios linfáticos):

- Evita la constricción de las extremidades con ropa ajustada.

- Previene las lesiones en la piel.

- Sigue los consejos generales de estilo de vida y cuidado de la piel.

Cuando las cosas salen mal y es necesario extirpar los ganglios linfáticos:

Las reacciones individuales a la extirpación de uno o más ganglios linfáticos varían; algunos desarrollan linfedema inmediatamente, mientras que otros tienen la suerte de permanecer completamente sanos anatómicamente.

Si la cirugía se vuelve necesaria, los médicos ya prestan atención para evitar extirpar demasiados ganglios linfáticos, si es posible, porque saben cuánto puede afectar su ausencia a la salud del paciente.

Diagnóstico de linfedema:

Además de interrogar al paciente, entender su historial médico y palpar el edema, los análisis de laboratorio son cruciales para establecer un diagnóstico.

Es importante no confundir el linfedema con el edema asociado a enfermedades cardíacas, trastornos endocrinos o trombosis.

¿Estás afectado también? Así es como puedes gestionar tu linfedema:

Aunque podríamos pensar que los diuréticos afectan, en realidad no lo hacen, ya que solo hacen que la pierna se endurezca (algo de agua se elimina, dejando la proteína atrás). Desafortunadamente, elevar las piernas tampoco ayuda; necesitamos buscar otras soluciones.

Opciones de tratamiento:

- Terapia física para apoyar la circulación

- Drenaje linfático manual (sus maniobras abren los capilares linfáticos previamente no funcionales, permitiendo que el fluido intersticial acumulado se mueva hacia los vasos linfáticos y ganglios intactos)

- Uso de prendas de compresión (mejora la acción de bombeo de los músculos)

- Cuidado adecuado de la piel

La mala noticia es que el linfedema no puede ser curado completamente, pero puede ser gestionado con este complejo tratamiento. Visita el Swelless salon y deja que nuestros terapeutas te ayuden en tu recuperación.

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