El linfedema es la hinchazón que aparece en la superficie de la piel debido a una alteración en la circulación linfática. La causa del edema puede ser una lesión, cirugía o condiciones como la insuficiencia venosa u obstrucción del sistema linfático.
El síntoma inicial del linfedema es la hinchazón del miembro, que puede confundirse fácilmente con retención de agua. Si los diuréticos no alivian la hinchazón en unos pocos días y hay antecedentes médicos relevantes, se debe sospechar de linfedema.
El tratamiento del linfedema es realizado por especialistas en terapia linfática que aplican masajes o vendajes especiales en el área hinchada para mejorar la circulación linfática. Hay terapeutas que se especializan en masajes, pero en realidad, esto por sí solo no proporciona alivio: el vendaje continuo solo puede apoyar al sistema linfático en la desintoxicación y la reducción de la hinchazón.
Si el linfedema no se diagnostica ni se trata a tiempo, la hinchazón continuará aumentando, volviéndose incómoda y dolorosa.
El linfedema no tratado puede llevar al desarrollo de elefantiasis.
El linfedema puede progresar a una condición conocida como elefantiasis, donde la hinchazón es tan severa que el miembro se engrosa y endurece considerablemente, pareciendo piel de naranja. La piel adelgazada debido a la hinchazón puede agrietarse, aumentando el riesgo de trombosis venosa profunda y la formación de úlceras en las piernas. En casos extremos, puede llevar a la pérdida completa de la función del miembro y discapacidad en la movilidad.
El linfedema, una vez desarrollado, requiere cuidados de por vida. Se necesita una actitud consciente y disciplina. Muchos lo descuidan por esta razón, aunque no deberían.
A continuación te mostramos 5 peligros si el linfedema no se trata.
1. Daño en la piel
La hinchazón constante puede dañar la piel, provocando la formación de úlceras y la proliferación de bacterias y hongos.
2. Daño vascular
La disfunción del sistema linfático puede llevar a la insuficiencia venosa. Esto puede desencadenar diversas condiciones como linfadenitis, linfangitis, bloqueo linfático (linfedema), tumores malignos del sistema linfático (linfoma) o filariasis (enfermedad de gusano filaria).
3.Daño al Sistema Linfático
El daño al sistema linfático lleva al deterioro de la circulación linfática y empeora el linfedema. Si la circulación venosa es insuficiente, la linfa no puede fluir hacia las venas: la linfa comienza a estancarse en los vasos linfáticos. Como resultado, proteínas y líquido salen al espacio intersticial, causando edemas: dedos en forma de salchicha, elefantiasis, arrugas infantiles en los pliegues de las extremidades.
4. Síndrome de Mano-Pie
La presión sobre el área hinchada puede dañar el sistema nervioso, lo que lleva al desarrollo del síndrome de mano-pie. Sus síntomas característicos son dolor constante, hormigueo y entumecimiento en las extremidades.
5. infecciones, Sepsis
La humedad estancada en el área edematosa y el flujo sanguíneo reducido proporcionan condiciones ideales para la proliferación de bacterias y hongos, lo que puede llevar a infecciones y, en el peor de los casos, sepsis.
El tratamiento del linfedema es realizado por médicos o terapeutas linfáticos, quienes monitorean continuamente la condición del paciente y ajustan el tratamiento en consecuencia.
Si sientes que estás lidiando con esta condición, contáctanos con confianza. Con la ayuda de nuestros terapeutas capacitados, podemos mejorar el estado de tus extremidades hinchadas para hacer tu vida diaria más llevadera.